La agenda de Sánchez Cordero, que incluye legalización de las drogas, eutanasia, aborto, no figuró en las promesas de campaña de López Obrador. Gracias al reagrupamiento de grupos del sistema para mantener el poder más allá de los partidos ha recibido un primer impulso.
Conforme se acerca la llegada del gobierno de Morena, liderado por Andrés Manuel López Obrador, las fuerzas más liberales presionan para imponer su proyecto de cultura de muerte.
En los últimos días se han dado tres señales que marcan claramente el alineamiento de todas esas fuerzas en el Congreso federal, en la Corte y en gobiernos estatales con miras a imponer legislaciones a favor del aborto y que sean aplicables a todo el país.
El nuevo Congreso Federal –con mayoría absoluta de Morena – entró en funciones el pasado 1 de septiembre y el presidente tomará posesión el 1 de diciembre.
Varios personajes del partido gobernante, Morena, han asumido temporalmente como legisladores para ese interregno, pues desde ahora están nominados a formar parte del Gabinete presidencial.
La más destacada ha sido la senadora Olga Sánchez Cordero, quien a partir del 1 de diciembre será la secretaria de Gobernación, ministro del Interior le llaman en otros países.
La agenda de Sánchez Cordero, que incluye legalización de las drogas, eutanasia, aborto, no figuró en las promesas de campaña de López Obrador ni en el proyecto de gobierno que hasta hoy se conoce, pero gracias al reagrupamiento de grupos del sistema para mantener el poder más allá de los partidos ha recibido un primer impulso.
Una bancada de liberales, incrustados en distintos partidos, desde el conservador Partido Acción Nacional; el socialdemócrata Movimiento Ciudadano y hasta los radicales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han empezado a apoyar las iniciativas de apoyo al lobby gay y al aborto.
“Colorear” la agenda liberal desde varios partidos le daría un sentido de pluralidad y diversidad.
A la agenda apoyada por el bloque de liberales en el Congreso de la Unión, emocionado se ha sumado el ex dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázarez quien presentó la primera iniciativa a favor del lobby LGBTI, con el respaldo de esa corriente.
El 6 de septiembre, el grupo de diputados federales del Partido de la Revolución Democrática presentaron una iniciativa para imponer el aborto en todo el país
Bajo el pretexto de modificar leyes de seguridad social, el ahora senador por Morena propone regulaciones a favor de las uniones y concubinatos entre personas del mismo sexo en 23 estados donde no se les reconoce.
Las uniones entre personas del mismo sexo solo han sido reguladas en la Ciudad de México, Michoacán, Coahuila, Chihuahua, Colima, Campeche, Morelos, Nayarit y Quintana Roo, en el resto del país no, pero, de aprobarse esta iniciativa se verían obligados a acatarla.
El dato revelador es que la iniciativa la apoyaron los senadores del PRI, algunos del PAN, entre ellos Josefina Vázquez Mota, quien fuera candidata presidencial en 2012 y algunos quienes ya se esperaban: Miguel Ángel Mancera, coordinador de los senadores del PRD; Dante Delgado, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano; Emilio Álvarez Icaza, senador sin partido y toda la bancada de Morena.
Las legislaciones a favor de la cultura de la muerte buscan imponerse en todo el país
Pero no solo Germán Martínez hace el trabajo de Morena, también el PRD.
El 6 de septiembre, el grupo de diputados federales del Partido de la Revolución Democrática presentaron una iniciativa para imponer el aborto en todo el país, bajo el pretexto de que es “un pendiente con respecto a garantizar y reconocer el derecho de las mujeres para decidir libremente su cuerpo”.
Y en el segundo artículo transitorio advierten: “El Congreso de la Unión y los locales deberán armonizar la legislación respectiva por virtud del presente decreto, dentro de los 120 días siguientes a la entrada en vigor de éste”.
La pinza la cerraron en una reunión entre las dirigencia de Morena, PT y Partido Encuentro Social con los legisladores locales de esos partidos en la que se comprometieron, sin importar sus diferencias o conflictos internos, a aprobar en sus congresos locales las reformas consitucionales promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que las modificaciones constitucionales deben ser ratificadas en la mayoría de las legislaturas locales y en donde Morena y sus aliados son mayoría en 17 de un total de 32.
El último frente lo abrió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien deberá resolver una controversia del gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez presentada desde hace dos años y siete meses y que busca obligar al Congreso local a modificar la ley a favor del aborto.
El gobernador envió una serie de modificaciones legales que le fueron aprobadas en su mayoría, menos una, la que promueve el aborto y la sustenta en un párrafo. Esas líneas fueron suficientes para que la Corte diera trámite e impidiera desde entonces que la nueva ley local de promulgara.
Llama la atención los tiempos –otro interregno- en donde el nuevo Congreso de Morelos tiene apenas un mes de integrado y Graco Ramírez está a once días de terminar su mandato.
Otra vez, vía la Corte, las legislaciones a favor de la cultura de la muerte buscan imponerse en todo el país.
Y eso que el gobierno de Morena no ha iniciado…
Fuente: Actuall
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