¿Las diferencias de género son biológicas o sociales? ¿Por qué en Noruega, las mujeres eligen profesiones asistenciales y los hombres profesiones técnicas, a pesar de que Noruega ocupa el primer lugar en IGUALDAD DE GÉNERO según la ONU? ¿Y cómo es en el resto del mundo? ¿Por qué, mientras más desarrollados son los países, el mercado laboral está más segregado en géneros, a pesar de la prosperidad económica? Son algunas de las preguntas que Harald Eia trató de responder.
El Periodista, sociólogo y documentalista noruego, Harald Meldal Eia, rodó un largo y devastador documental “Hjernevask” (Lavado de Cerebro) que sacó a luz la manipulación y la falta de base científica de la “ideología de género”, sostén ‘intelectual’ del feminismo agresivo, la ideología queer y toda la parafernalia de nombres homosexualistas”, así lo presentan los medios internacionales.
“Lavado de Cerebro” Fue emitido en la primavera de 2010, a través de la Cadena Estatal Noruega de Televisión (NRK) provocando una prolongado y amplio debate tras el cual llegó conocerse que fue pieza clave para que el Consejo Nórdico de Ministros (Consejo Intergubernamental de Cooperación Nórdico: Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) haya decidido dejar de financiar al “Instituto nórdico de investigaciones de género” NIKK.
El documental, que puede verse a continuación con subtítulos en español, ha sido realizado con humor e ironía por el reportero. Ahora bien, su calidad es de alto nivel, como lo son las personas entrevistadas y los estudios científicos de los que da cuenta.
LAVADO DE CEREBRO: La Paradoja de la Igualdad
Lo socialmente aceptado
El reportaje documental arranca de algo socialmente aceptado en Noruega y el resto de países escandinavos, donde la igualdad de sexos es ya un hecho social y, además, tan arraigado que los roles masculinos y femeninos son indeferenciados.
Exactamente lo que sostiene la teoría de género, según la cual los roles de género son eliminados para liberar a las mujeres de todos esos condicionamientos sociales, psicológicos, históricos y culturales unidos a su ser mujeres. La fórmula para realizar una igualdad verdadera y definitiva entre hombres y mujeres; es esto lo que se ha tratado de hacer en Noruega en los últimos decenios, a través políticas decididas acerca de los derechos sociales de la cuarta generación y con programas legislativos bien precisos donde mujeres y hombres serían ya libres de comportarse y de elegir de forma realmente igualitaria.
El contraste de la realidad
Sin embargo, distintas investigaciones y estudios científicos –que el vídeo propone con un lenguaje agudamente irónico y divertido- demuestran que la realidad se muestra de forma bien diferente.
En un país como Noruega, donde la “tasa de igualdad” entre los dos sexos es tan fuerte y en donde, según las premisas de la teoría del género, debería haber una paridad sustancial en las inclinaciones y en las elecciones entre hombres y mujeres, se encuentra al contrario una mayor diferencia en las preferencias entre los dos grupos, por ejemplo en las elecciones profesionales.
Así, a pesar de todos los esfuerzos legislativos para garantizar una perfecta igualdad, los comportamientos de los dos sexos no reflejan la anhelada igualdad, con mujeres que continúan eligiendo profesiones tradicionalmente vistas como “femeninas” (por ejemplo, enfermera) y con hombres que siguen sin embargo inclinaciones profesionales tradicionalmente “masculinas” (por ejemplo, ingeniero).
"La paradoja Noruega"
De las investigaciones realizadas surge lo que nunca nadie hubiera esperado. Es más, entre otras cosas, se constata que, precisamente en los países donde mayor ha sido la igualdad en la educación impartida a hombres y mujeres, es donde se verifica una mayor diferencia en las elecciones decisivas de vida entre los dos sexos.
Es lo que en el vídeo se define como "la paradoja noruega de la igualdad de género", que el documental presenta con estudios rigurosos y que tienen la fuerza y el mérito de subrayar la base puramente ideológica y no científica de la teoría de género.
La conclusión a la que llegan los investigadores en el vídeo es que, curiosamente, en los países en vías de desarrollo, los trabajos en ámbito tecnológico –tradicionalmente masculinos - son vistos como el mejor medio de rescate social o como oportunidad de empleo. Por eso, por ejemplo, en India muchas mujeres eligen ser ingenieras.
Bien al contrario, en los países más desarrollados como Noruega, donde sin embargo el nivel de civilización y bienestar permite hacer elecciones no obligadas por el sueldo o por la necesidad de sobrevivir, las personas tienden a seguir sus “inclinaciones naturales”.
Por tanto, entre las mujeres se dan porcentajes bastante mayores de maestras y enfermeras que de ingenieras.
En síntesis, donde existe una mayor libertad educativa y de expresión, mujeres y hombres expresan sus elecciones diferentemente. Y esta es una refutación de la teoría de género que asume, por el contrario, que exista una diferencia solo somática entre hombres y mujeres.
Para colmo de ironías, uno de los efectos inmediatos del documental ha sido la decisión, por parte del Consejo de ministros del Gobierno noruego de quitar los fondos al Nordic Gender Institute, provocando su clausura.
Y un último punto de reflexión ante el documental de Harald Meldal Eia: a la luz de los hallazgos de la investigación social más avanzada que demuestra la persistente natural diferencia entre hombres y mujeres:
¿no podría ser precisamente esta diversidad la base sobre la que construir el futuro y la dignidad de toda mujer?
Fuente: Infocatólica / ForumLibertas
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