En Argentina el llamado "enfoque de género" está permeando cada vez más las cuestiones públicas sin que muchos se enteren de lo que ocurre.
Un ejemplo es el caso de la Creación de 20 "Centros de hormonización para Trans" de los cuales uno será para niños y todo realizado e impulsado por el ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Eso ocurrió hacia fines del 2017 y pocos se enteraron.
Pero ésta imposición solapada de supuestos derechos Trans, financiada por los propios ciudadanos, tiene sus detractores incluso dentro de la comunidad científica y médica.
En el futuro habrá una “oleada de suicidios” debido a la ofensiva trans entre los niños, alerta un pediatra
Este endocrino señala que los niños que toman este tipo de hormonas son propensos a enfermedades tromboembólicas, derrames cerebrales, algunas enfermedades cardíacas e incluso cánceres. "Usted convierte al niño en un adulto que está enfermo por el resto de su vida", denuncia.
Las leyes que el lobby LTBI está impulsando por todo el mundo permite, entre otras cosas, los tratamientos hormonales a los menores, incluso quitando la potestad a los padres para decidir.
Los políticos defienden que estas medidas luchan por la igualdad. Sin embargo, no están teniendo en cuanta las advertencias que muchos médicos están llevando a cabo en cuanto a hormonar a los niños con disforia de género.
Como la opinión del endocrino infantil estadounidense Quentin Van Meter, quien augura una “oleada de suicidios” en el futuro entre los más pequeños a los que ahora los médicos les han ofrecido todos estos tratamientos, tal y como lo recoge Religión en Libertad.
Para reafirmar esta declaración, el doctor Van Meter ha recurrido al experimento que llevó a cabo el doctor e inventor de la ideología de género, John Money, con dos bebés gemelos, Bruce y Brian Reimer, a los que utilizó como cobayas humanas y que acabó con el suicidio de ambos.
Así Van Mater cree que “la horrible tragedia” de estos gemelos, puede repetirse debido a la oleada de médicos “ciegamente” están recetando bloqueadores de la pubertad y cirugías de reasignación de sexo a niños con disforia.
En un artículo en Catholic Leader, el doctor Van Meter va más allá y asegura que en las 50 clínicas de género en los Estados Unidos que tratan a niños con disforia aunque bien intencionados, ven la transgenderismo como “un estado normal de salud” que puede tratarse con terapias hormonales o quirúrgicas.
Van Meter durante su trayectoria profesional ha tratado con niños y jóvenes con conflictos con su identidad sexual y señala que lo que necesitan es asesoramiento. “No he visto a ningún paciente transgénero que no haya tenido una cantidad significativa de problemas psicológicos ocultos”, detalla.
Los tratamientos hormonales y sus riesgos
Por otro lado, este endocrino recomienda estudios como el del psicólogo Kenneth Zucker, que trató a niños con disforia de género durante más de 20 años y comprobó que la mayoría de ellos pudo “curar” las heridas psicológicas. En concreto, sólo el 2% de los niños y el 10% de las niñas continuaron en su condición transgénero tras las consultas.
Para Van Meter lo que está ocurriendo en estos momentos todo lo contrario. “Estamos presionando para que sean el 100 por ciento de los niños, no el dos o el diez por ciento, y lo que vamos a ver en veinte o treinta años a partir de ahora es una ola de suicidios que nunca hemos experimentado”, afirma.
Asimismo, este endocrino señala que los niños que toman este tipo de hormonas son propensos a enfermedades tromboembólicas, derrames cerebrales, algunas enfermedades cardíacas e incluso cánceres. “Usted convierte al niño en un adulto que está enfermo por el resto de su vida”, denuncia.
E insiste: “Gente de ciencia, abran los ojos y simplemente miren: este es un conjunto de estándares que no se aplica al resto de la ciencia médica”.
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